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Veterinaria Totoro

¿Qué es el riesgo quirúrgico en mascotas?

El riesgo quirúrgico en mascotas se refiere a la probabilidad de que una intervención quirúrgica cause complicaciones o efectos adversos en un animal. Al igual que en los humanos, las cirugías en mascotas conllevan ciertos riesgos inherentes que dependen de factores como la salud del animal, el tipo de cirugía y la experiencia del equipo veterinario. Comprender estos riesgos es esencial para los propietarios que deben tomar decisiones informadas sobre la salud y bienestar de sus animales.


Factores que influyen en el riesgo quirúrgico en mascotas

  1. Edad: Las mascotas jóvenes, en general, tienen una recuperación más rápida y menos probabilidades de enfrentar complicaciones. Sin embargo, los animales de edad avanzada pueden tener un mayor riesgo debido a su salud general más vulnerable, la presencia de enfermedades crónicas y una menor capacidad de recuperación.

  2. Condición de salud general: Las mascotas que padecen enfermedades preexistentes, como problemas cardíacos, renales, respiratorios o metabólicos (diabetes, por ejemplo), enfrentan un mayor riesgo durante la cirugía. Estos problemas pueden interferir con el proceso de recuperación o hacer que la anestesia sea más peligrosa. Es crucial que el veterinario evalúe el estado de salud de la mascota antes de la cirugía para adaptar las precauciones necesarias.

  3. Tipo de cirugía: El tipo de procedimiento quirúrgico también afecta el nivel de riesgo. Las cirugías más invasivas, como las que afectan órganos vitales o se realizan en áreas de difícil acceso, suelen implicar más complicaciones potenciales que procedimientos más sencillos, como esterilizaciones o extracciones dentales.

  4. Anestesia: La anestesia general es una parte fundamental de muchas cirugías, pero siempre conlleva un riesgo. Las reacciones a los anestésicos, aunque raras, pueden ser graves, especialmente en animales con condiciones preexistentes. La dosificación y el monitoreo de la anestesia deben ser personalizados según las características específicas de cada mascota.

  5. Tamaño y raza: Las razas pequeñas, como los perros Chihuahua o los gatos de razas diminutas, pueden tener más dificultades durante la cirugía debido a su pequeño tamaño y menor tolerancia a la anestesia. Las razas gigantes, por otro lado, pueden enfrentar problemas relacionados con la anestesia y la manipulación quirúrgica debido a su mayor masa corporal.

  6. Estado nutricional: Una mascota bien alimentada y en buen estado físico se recuperará más fácilmente de una cirugía. Los animales desnutridos (carencias por alimentos de mala calidad o mala nutrición) o con sobrepeso pueden tener una mayor probabilidad de desarrollar infecciones o sufrir complicaciones postoperatorias debido a una recuperación más lenta.


Importancia del control de enfermedades preexistentes

El control de enfermedades preexistentes es crucial para reducir los riesgos quirúrgicos. Los animales con afecciones crónicas, como enfermedades cardíacas, renales, hepáticas o respiratorias, deben ser cuidadosamente evaluados antes de la cirugía. En muchos casos, el veterinario puede recomendar un tratamiento específico o la estabilización de la enfermedad antes de proceder con la intervención quirúrgica.

Por ejemplo, un animal con insuficiencia renal podría no ser capaz de metabolizar los anestésicos de la misma manera que un animal saludable, lo que puede aumentar el riesgo de efectos adversos. Un perro con problemas cardíacos puede tener dificultades para mantener una presión arterial estable durante la anestesia, lo que podría afectar negativamente su recuperación.

El manejo adecuado de estas condiciones a través de medicamentos o tratamientos preoperatorios puede mejorar la seguridad de la cirugía y reducir la probabilidad de complicaciones.


Complicaciones más comunes durante una cirugía en mascotas

Aunque las cirugías veterinarias son, en su mayoría, seguras, existen varias complicaciones que pueden ocurrir durante la intervención. Las más comunes incluyen:

  1. Infecciones: Las infecciones postquirúrgicas son una de las complicaciones más frecuentes. A pesar de que los veterinarios utilizan medidas asépticas durante la cirugía para reducir el riesgo, las heridas pueden infectarse. Las infecciones pueden ser leves, pero en algunos casos pueden convertirse en un problema grave si no se tratan adecuadamente. Para prevenirlas, se pueden administrar antibióticos antes y después de la cirugía.

  2. Sangrado excesivo: El sangrado es otra complicación potencial, especialmente en procedimientos que involucran la manipulación de vasos sanguíneos importantes. En algunos casos, el sangrado puede ser difícil de controlar, lo que requiere intervenciones adicionales. El monitoreo continuo durante la cirugía y la preparación con técnicas adecuadas de control de la hemorragia son esenciales para minimizar este riesgo.

  3. Reacciones adversas a la anestesia: Las reacciones a los medicamentos anestésicos, aunque poco comunes, son una preocupación seria. Algunas mascotas pueden mostrar sensibilidad o reacciones inesperadas a los anestésicos, lo que puede afectar su respiración, circulación o ritmo cardíaco. Para reducir este riesgo, los veterinarios realizan análisis prequirúrgicos y ajustan las dosis de anestesia según las condiciones individuales del animal. Para más detalle leer el articulo https://www.vet-totoro.cl/post/riesgos-anest%C3%A9sicos-en-mascotas

  4. Complicaciones respiratorias o cardiovasculares: Durante la cirugía, los problemas respiratorios o cardiovasculares pueden surgir, especialmente en animales con enfermedades preexistentes en estos sistemas. La monitorización continua de la oxigenación y la presión arterial durante la intervención es esencial para detectar cualquier cambio que pueda comprometer la salud del animal.

  5. Complicaciones relacionadas con la cicatrización: Después de la cirugía, las mascotas pueden experimentar problemas relacionados con la cicatrización de las heridas. Los puntos pueden abrirse, o pueden formarse hematomas, lo que requiere atención y, en algunos casos, nuevas intervenciones para corregirlos.


Cómo reducir los riesgos quirúrgicos en mascotas

  1. Evaluación prequirúrgica exhaustiva: Es esencial realizar un examen físico completo y pruebas diagnósticas, como análisis de sangre, para evaluar la salud general del animal. Esto es especialmente importante en mascotas con enfermedades preexistentes, ya que ayuda a determinar si son aptas para someterse a una cirugía y qué medidas tomar para mitigar los riesgos.

  2. Control y tratamiento de enfermedades preexistentes: El control adecuado de condiciones como problemas cardíacos, renales o respiratorios antes de la cirugía es fundamental para reducir los riesgos durante y después de la intervención. Los tratamientos prequirúrgicos, como medicamentos o terapias específicas, pueden ser necesarios para estabilizar la condición de la mascota.

  3. Selección adecuada de anestesia: La elección de los anestésicos adecuados, según la salud del animal y la naturaleza de la cirugía, es crucial para reducir el riesgo de reacciones adversas. Además, el monitoreo constante durante la anestesia permite ajustar cualquier parámetro para garantizar la seguridad del paciente.

  4. Monitoreo postoperatorio: Un seguimiento adecuado después de la cirugía es esencial para detectar cualquier signo de complicación, como infecciones, dolor excesivo o problemas respiratorios. La administración de medicamentos y el cuidado de la herida también son cruciales para evitar complicaciones postquirúrgicas.


Conclusión

El riesgo quirúrgico en mascotas es una realidad que no debe tomarse a la ligera. Sin embargo, con una adecuada evaluación prequirúrgica, control de enfermedades preexistentes, una anestesia bien gestionada y un monitoreo constante durante y después de la intervención, los riesgos pueden reducirse considerablemente. Los propietarios de mascotas deben trabajar de la mano con su veterinario para asegurarse de que sus animales estén en las mejores condiciones posibles antes, durante y después de cualquier procedimiento quirúrgico. Seguir las indicaciones que le indique el Veterinario, realizar una correcta limpieza de la herida y administrar los medicamentos de manera oportuna. No tome decisiones sin consultar al Medico Veterinario De esta manera, se maximiza la seguridad y el bienestar del animal, permitiendo una recuperación exitosa y sin complicaciones.



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